Los arqueólogos de Arkeologernä, una organización que forma parte de la agencia de museos históricos nacionales de Suecia, descubrieron un par de espadas de la época vikinga de 1200 años de antigüedad que se encuentran en posición vertical en una tumba de piedra en un túmulo funerario en Västmanland, Suecia.
Los arqueólogos descubrieron tres tumbas de piedra en uno de los túmulos funerarios, tumbas que se añadieron unos siglos después de los túmulos originales. Cuando los investigadores comenzaron a excavar estas tumbas, desenterraron un par de espadas de la época vikinga, según el comunicado de prensa.
El sitio tiene 100 tumbas y dos túmulos funerarios, con el descubrimiento de tres tumbas de piedra añadidas siglos más tarde a uno de los túmulos, lo que indica una mayor actividad funeraria.
Los arqueólogos dijeron a Live Science que quien instaló las espadas de hierro perpendiculares a la superficie hace unos 1.200 años lo hizo a propósito, ya que habría requerido mucho esfuerzo (probablemente con una piedra o un martillo) para calzar las armas alrededor de 16 pulgadas (40 centímetros) en el suelo.
“La colocación de las espadas refleja una acción con mucho simbolismo”, dijeron a Live Science en un correo electrónico los arqueólogos Anton Seiler, Fredrik Larsson y Katarina Appelgren. “Cuando se encuentran espadas en tumbas, lo que no ocurre muy a menudo, suelen estar junto al individuo enterrado, como un fiel compañero en el viaje al otro mundo”.
Según Anton Seiler, las espadas podrían haber sido colocadas en el montículo para honrar y recordar a los familiares, siendo un marcador físico que los miembros de la familia podían visitar y tocar hace 1200 años.
Se han descubierto alrededor de 20 espadas de la época vikinga en Västmanland, pero esta es la primera vez que se han descubierto dos espadas en el mismo túmulo funerario y se han dejado intactas.
Las espadas de la época vikinga eran objetos caros, por lo que enterrarlas en tumbas era una “gran inversión”, ya que las dejaba “inutilizables para un uso futuro”, añadió el equipo. Ambas espadas están rotas y miden unos 90 cm de largo. “Se rompieron al presionarlas contra el suelo, y más de 1.000 años también han contribuido a su degradación”, señaló el equipo.