Cuando se dio cuenta de que se le acababa el tiempo, un perro desolado sollozó. Pero sus héroes llegaron justo a tiempo para salvarlo del mercado de carne, que lo habría convertido en una taza de sopa.

En el pasado, casi 10.000 cachorros fueron asesinados en Asia, pero ese número posteriormente disminuyó a 1.000.

Al mundo occidental, donde los perros son considerados los mejores amigos del hombre, le resulta difícil aceptar imágenes de animales enjaulados esperando acabar en un plato de comida.

El perro sollozó de alivio por haber sido salvado y también de tristeza por lo que tuvo que pasar.

Lo encerraron en una jaula miserable junto a otros cincuenta de su especie. A todos les espera el mismo destino: la muerte y la posterior venta de su carne para la alimentación humana.

Esto sucedió cuando los voluntarios de Humane Society International que fueron al matadero de la ciudad surcoreana de Yongin para intervenir presentaron una denuncia.

Junto con otros grupos regionales pro animales, se llevó a cabo la operación para salvar a Robin de esta terrible situación.

Y a pesar de varias restricciones, reglas y experiencias, muchos empresarios todavía participan en este delito reprobable para obtener ganancias financieras.

Un increíble video permite presenciar el rescate del viejo cachorro, que además de estar preso consumía muy poca comida y apenas unas gotitas de agua.

Los rescatistas se sintieron apenados al descubrir que, mientras se lo llevaban, tenía los ojos húmedos de lágrimas. Es posible que esas lágrimas fueran de alegría por haber sido salvado por esas personas maravillosas y amables, o quizás eran lágrimas de aceptación de su destino.

Robin empezó a llorar en cuanto lo sacamos. Tenía los ojos húmedos, pero no estoy seguro de si era de felicidad o de desesperación, dijo un miembro de Humane Society International.

Nunca más tendría que pasar hambre ni estar solo y miserable debido a un mal destino.

Tras el desmantelamiento de la horrorosa y totalmente secreta granja utilizada para la producción de carne de perro, el destino de los animales no estaba claro.

Lo más seguro es que si la fundación no hubiera actuado rápidamente para proteger los derechos de los animales, éstos habrían sido sacrificados.

Nos informaron de su experiencia a través de una publicación en las redes sociales que obtuvo muchos comentarios positivos.

Al igual que él, otros 50 ejemplares que se encontraban en un estado lamentable también fueron rescatados. Sin embargo, algunas personas no tuvieron tanta suerte.

Afortunadamente, a partir de este momento, las peludas criaturas que han sido trasladadas a una clínica veterinaria solo escucharán buenas noticias. Mientras esperan una familia que las trate con amor y respeto, comenzarán una terapia para recuperar su integridad física y emocional, lo que se les debe.

“Al final buscaremos un hogar ideal para cada uno que les haga felices y les integre en una buena familia adoptiva”, añaden desde la fundación.

Los animales no tienen la culpa de su nacimiento, de nacer en la calle, de estar enfermos, o de ser víctimas de personas con pobre o nula moral.

Afortunadamente, parece que cada vez hay más gente que toma conciencia del cuidado adecuado de los animales; aunque algunos todavía opten por ignorarlo, siempre habrá personas éticas dispuestas a defender sus derechos.